El Inter de Milán mantuvo a raya al Benfica antes de que un cabezazo de Nicolò Barella en la segunda parte y un penalti transformado por el suplente Romelu Lukaku le dieran al equipo italiano una ventaja de 2-0 tras el partido de ida de los cuartos de final de la UEFA Champions League en Lisboa.

Inter inicialmente parecía más brillante, luego se encontró en deuda con André Onana cuando el portero hizo una magistral parada de reflejo con el pecho para evitar el disparo de Rafa Silva a corta distancia.

Los resueltos visitantes ganaron en confianza después de ese susto inicial, y su satisfacción con el marcador en el descanso se convirtió en alegría cuando Nicolò Barella los adelantó con su primer intento a puerta, cabeceando hábilmente un centro de Alessandro Bastoni.

Henrikh Mkhitaryan podría haber hecho el doblete para el equipo bien organizado de Simone Inzaghi, rompiendo una de sus incursiones juiciosamente elegidas, pero viendo que su remate recortado se mantuvo alejado por el ataque de Odysseas Vlachodimos.

El portero realizó otra excelente atajada para detener un cabezazo de Denzel Dumfries sin marcar, solo para ser derrotado nuevamente cuando Romelu Lukaku, en una triple sustitución poco después del primer gol del Inter, disparó un penalti preciso después de que João Mário había sido penalizado por mano.

Todavía hubo tiempo para una última explosión de heroísmo de Onana, frustrando a Gonçalo Ramos en el último toque del partido, para que el Inter volviera a Milán con la eliminatoria en la mano.