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- Puebla, Pue. México.

Después de darse a conocer los resultados sobre el debate que sostuvieron los aspirantes a representar al Partido Republicano en las próximas elecciones presidenciales en los Estados Unidos y, sobre todo, las posturas homofóbicas y radicales del magnate Donald Trump, quien a pesar de ser el blanco de los ataques de sus demás rivales, se encuentra dominando las encuestas de cara a las elecciones primarias republicanas, hay un elemento a considerar en el ánimo de los simpatizantes del partido republicano: su postura en contra de las mujeres, lo que quedó demostrado cuando días antes en una entrevista se burló públicamente del aspecto físico de la precandidata Carly Fiorina, al afirmar “miren esa cara”.
 
¿Votaría alguien por eso? ¿Se imaginan eso como la cara de nuestro próximo Presidente? Sin embargo, al ser blanco de diversas críticas por esas declaraciones, Trump trató de componer en el debate las cosas al señalar que la “candidata tiene una cara muy bella y es una mujer muy bella”, es decir, se arrepintió de lo declarado porque le representó un rechazo de las mujeres entre los electores.
 
Fiorina tuvo la capacidad de revertir el efecto de las declaraciones de Trump atrayendo las simpatías del electorado y es la única mujer en la carrera por la nominación que le ha dado respuesta puntual al multimillonario en los medios de mayor audiencia.
 
02derechos01Aún quedan muchas etapas del proceso para la nominación, pero de este lado de la frontera para el Gobierno Mexicano y la clase política inmiscuida más en sus asuntos financieros y negocios, parece no preocuparle el avance y probable nominación de Donald Trump como el candidato presidencial en las elecciones de 2016.
 
Su discurso antiimigrante y racista en contra no sólo de los mexicanos, sino de todos los latinos que actualmente trabajan en los Estados Unidos y las medidas que pretenden implementar para expulsarlos del país, así como para criminalizar su estadía, tachándolos como enemigos de su país, han encontrado eco en los grupos más radicales y conservadores, así como en los grupos xenofóbicos y fanáticos que ven en las posturas del precandidato la posibilidad de revivir los viejos movimientos en contra de la población de raza negra y hoy de los latinos.
 
Hay quien pudiera afirmar que las elecciones presidenciales en EU son un problema de los habitantes de esa nación y que los mexicanos no tenemos por qué inmiscuirnos en sus resultados; sin embargo, al avanzar las ideas conservadoras en contra de nuestros connacionales y el discurso antiinmigrante, se están alentando conductas y posturas violatorias de los derechos humanos de nuestros paisanos, ante la pasividad del gobierno de Barack Obama, ya que una cosa son las ideas de los líderes del Partido Republicano y otra muy distinta las de Estados Unidos como país, promotora de la democracia y del respetos a los derechos del ciudadano.
 
El voto hispano y de los migrantes tiene un gran peso en la elección presidencial, pero hoy más que nunca, me parece necesaria la unidad y apoyo a los mexicanos que trabajan en la nación vecina para hacer una labor de concientización entre los estadounidenses, a fin de evitar el avance de la popularidad de Trump, cuyo discurso y propuestas pueden motivar una persecución y encarcelamiento de mexicanos y latinos de ganar las primarias y después la elección presidencial.
 
02derechos02El tiempo avanza en forma rápida e inexorable, es momento de que el Gobierno de la República, por medio de la Secretaria de Relaciones Exteriores, Claudia Ruiz Massieu, vaya dando una postura a fin de alzar la voz en defensa de los derechos humanos y situación de los migrantes mexicanos que actualmente trabajan en Estados Unidos.
 
Hay muchas cosas por hacer, pero si seguimos durmiendo en nuestros laureles, el precio de la apatía y desinterés puede ser muy elevado. Detengamos al émulo de Hitler y defendamos la dignidad de quienes por falta de oportunidades, se han visto obligados a dejar la tierra que los vio nacer, en pos del sueño americano.