Hola queridos amigos, hoy quiero continuar platicando sobre un tema que me apasiona el ejercicio. Como todo en la vida los excesos son malos y también eso aplica al ejercicio, hay quienes se vuelven adictos al ejercicio y son capaces de dejar atrás muchas otras actividades incluyendo a la familia con tal de darle rienda suelta a este vicio.
Las responsables de que en algunas ocasiones el deporte se vuelva un vicio son algunas sustancias que nuestro cuerpo produce cuando hacemos ejercicio, entre estas tenemos a la serotonina, la dopamina y las endorfinas.
La serotonina tiene efecto en nuestro estado de ánimo es la responsable de que estemos en calma (aunque el prójimo trate de molestingarnos, ni lo pelamos), también favorece el sueño (esos que nos dormimos donde sea no es a propósito ni porque estemos aburridos), y también regula la ingesta de alimentos por ello entre otras causas los que se deprimen comen mucho porque les falta serotonina.
La dopamina y las endorfinas son realmente las responsables de que nos volvamos adictos al ejercicio porque al sintetizarse durante el mismo nos produce esa sensación de bienestar. Las endorfinas también tienen una poderosa acción como analgésicos pero se inactivan fácilmente en el torrente sanguíneo, por ello se nos quita el dolor durante el ejercicio.
Pero no solamente estas hormonas se producen durante el ejercicio también se altera la producción de otras dado que durante el ejercicio el cuerpo cambia sus requerimientos, por ejemplo requiere de un mayor suministro de glucosa y de nutrientes al tejido muscular por ello aumenta la frecuencia cardiaca y la presión sanguínea.
Debido a esto se deja de producir insulina que es la hormona encargada de disminuir la concentración de glucosa en sangre y de favorecer la síntesis y almacenamiento de grasa y al mismo tiempo durante la práctica del ejercicio se favorece la síntesis de glucagón el cual favorece la ruptura del glucógeno y así la liberación de glucosa, también favorece la movilización o quema de grasa.
Durante el ejercicio también se liberan adrenalina y noradrenalina que son las responsables de disminuir la fatiga, de favorecer el rompimiento de grasas almacenadas, así como de responder rápidamente ante un estímulo por ejemplo cuando nos espantamos, cuando nos enfrentamos a una situación de peligro, por ello la adrenalina es la que hace que los deportistas cuando están algo nerviosos sean capaces de reaccionar rápidamente por ejemplo en la salida de una competencia.
La vasopresina también se altera ya que esta hormona regula la presión arterial al provocar la reabsorción de agua, lo cual ocurre en algunos deportes donde hay una deshidratación notable, también en estos deportistas se altera la síntesis de aldosterona la cual hace que nuestro cuerpo retenga líquidos y favorece la reabsorción de sodio y la eliminación de potasio, aumentando la presión arterial.
Las hormonas sexuales masculinas favorecen la síntesis de tejido muscular por ello los adolescentes empiezan a ponerse como “Pancho Pantera”, aumenta la síntesis de eritrocitos, la regeneración celular y la quema de grasa.
La tiroxina también se altera durante el ejercicio y favorece la absorción de calcio y con ello la remineralización de los huesos por ello las mujeres que practican deportes al aire libre durante la menopausia sufren menos de osteoporosis.
En pocas palabras cuando hacemos ejercicio lo primero que sucede es que nuestro cerebro le manda una señal al hipotálamo y le dice chato ponte a trabajar porque necesitamos mayor aporte energético y flujo sanguíneo.
El hipotálamo ni tardo ni perezoso pone a trabajar a la hipófisis y esta se encarga de alterar la síntesis de un montón de hormonas que nos hacen felices y que mejoran indudablemente nuestra salud.
Así es que no hay que esperar más y salgamos a hacer ejercicio y disfrutar de estos bellos días que nos regala la naturaleza.