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- Puebla, Pue. México.

Este mes se caracteriza por ser el más festivo, alegre y esperado por muchos, en todas partes fluyen los deseos de paz, salud, trabajo,  en pocas palabras la felicidad pulula  por el ambiente. Precisamente por ello pensé en hablarles sobre unas moléculas pequeñitas llamadas endorfinas o mejor conocidas como las moléculas de la felicidad.

Empezaremos diciendo que nuestro lindo cuerpecito tiene varios sistemas y que algunos interaccionan entre sí. Hay tres el sistema inmune, el sistema nervioso central y el sistema endócrino  que les encanta interactuar entre ellos, sí, son como los tres alegres compadres que si uno anda contento se lleva a los otros dos a festejar y si otro anda triste arrastra en su tristeza a los otros dos.

Las endorfinas como su nombre lo dice son moléculas pequeñas (péptidos de bajo peso molecular) que químicamente guardan cierta similitud con la morfina. Al igual que la morfina pueden disminuir el dolor, de hecho la morfina es uno de los analgésicos más potentes.

salud01Estas moléculas las produce nuestro organismo cuando tenemos un dolor intenso pero también cuando estamos contentos, eufóricos o lo que le sigue. Son las responsables de que nos sintamos muy contentos, relajados, en pocas palabras felices.

Lo que sucede es que una vez producidas las endorfinas ejercen su acción sobre el sistema nervioso central dándonos esa sensación de bienestar, también pueden interaccionar con algunas glándulas productoras de hormonas y estas a su vez van a interaccionar con nuestro sistema inmune (la policía de nuestro cuerpo que nos protege de las infecciones y del cáncer) de tal suerte que es como una reacción en cadena.

Por ello cuando estamos bien de ánimo producimos endorfinas y estas activan al sistema  nervioso central, este al sistema endócrino y este a su vez al sistema inmune de tal suerte que cuando pasamos por una etapa feliz, será más difícil que nos dé una infección o que nuestro cuerpo permita que proliferen las células cancerígenas.

Pero lo contrario también puede suceder cuando estamos tristes o deprimidos (esos que traen su nube gris en la cabeza) ellos se van a enfermar de todo, hasta con pasar junto a un gripiento se contagian, también es muy probable que les de cáncer, recordemos que diariamente en promedio generamos 10 células cancerígenas pero gracias a nuestro guardián y protector “el sistema inmune”, estas células no proliferan.

Por eso cuando andamos estresados nuestro sistema nervioso secreta sustancias que alteran al sistema endócrino y con ello al sistema inmune, seguramente recordarán frases como: “después de los exámenes le dio un gripón porque somatizó el estrés” o el clásico “del susto se le adelantó la regla”.

La verdad es que todas estas frases podrían explicarse con base a esa red entre los tres sistemas, conocida como red neuroendocrinoinmunológica. Pero si ya se sabe que las endorfinas son las moléculas de la felicidad por qué no se puede sintetizarlas  y administrarlas  a los compañeritos que fácilmente se deprimen sí, esos que son lágrima fácil o bien quejumbres o los rencorosos o mal vibrosos (imagínense que bello sería este mundo) pues sucede que las endorfinas permanecen activas en nuestra sangre un período muy corto de tiempo, es decir se inactivan rápidamente, lo que pasa es que el dolor es el sistema de S.O.S de nuestro cuerpo por ello cuando nos quemamos rápidamente soltamos el objeto caliente o bien cuando algo nos duele vamos al médico y si siempre estuviéramos produciendo endorfinas podríamos lastimar seriamente nuestro cuerpo.

Lo que sí podemos hacer es inducir nosotros mismos la síntesis de endorfinas, pensando en cosas bellas, practicando nuestro deporte o entretenimiento favorito, disfrutando todo lo que la vida nos ha dado, siempre que hacemos alguna actividad que nos gusta producimos endorfinas.

 A mí por ejemplo me encanta correr, comer, cocinar, coser, cotorrear, como se habrán dado cuenta todos estos verbos comienzan con la sílaba  “co” por ello digo que todos tenemos nuestros “cos” y cuando nos queremos deprimir solamente hay que recurrir a ellos. Disfruten  siempre de la vida porque es bella pero corta y no olviden de practicar sus “cos”