Hola amigos, a todo los que lograron ingresar a alguna universidad felicidades me imagino que estarán muy emocionados por comenzar una nueva etapa.

     Los que ya regresaron a clases creo que es siempre emocionante reencontrarse con los amigos, los maestros y demás. Bueno pues hoy quiero platicarles sobre una enfermedad  de la que hemos escuchado hablar mucho en fechas recientes se trata del dengue.

     Empezaré diciéndoles que es una enfermedad causada por un virus que se trasmite cuando a una persona enferma le pica un mosquito, el cual al picar a una persona sana ahora la infecta (méndigos animales por eso me caen mal, mal, mal).

     El dengue se presenta principalmente en sitios húmedos y cálidos, durante la época de lluvias. Los factores ambientales y las actividades del hombre tienen una gran influencia sobre la enfermedad. Vamos a desmenuzar mejor el asunto.

     El dengue es una enfermedad caracterizada por dolor de cabeza, malestar general, dolor en las articulaciones, fiebre (también la llaman fiebre quebranta huesos), dolor en los ojos, bueno duele hasta la conciencia, es como una “mega gripe “que nos impide desarrollar nuestras actividades cotidianas algo así como cuando lo atropellan a uno y ni tiempo da de ver las placas del tráiler.

     Las personas que viven en las zonas endémicas (lugares donde el virus está siempre presente) saben reconocer bien los síntomas e inmediatamente guardan reposo y toman algo para bajar la fiebre. Hasta aquí todo va mal pero puede ir peor, el dengue tradicional se comporta como mencionamos pero el dengue hemorrágico es realmente un demonio y desafortunadamente en algunos casos puede complicarse y si no se trata a tiempo puede causar la muerte. El dengue es una típica enfermedad donde muchos factores tienen influencia.

     El cambio climático ha ocasionado que existan épocas de sequía seguidas de lluvias torrenciales lo cual favorece la proliferación del vector que es el mosquito, hablando de estos infelices animales diremos que las que pican son las hembras ya que requieren alimentar a sus pequeños mostritos (o sea sus larvas) con sangre.

     Cuando llueve mucho proliferan más los mosquitos ya que depositan sus larvas en el agua encharcada. Aunado a esto el hombre contribuye cuando el patio de su casa lo convierte en almacén de chatarra o el rincón de los recuerdos estorbosos ahí dejamos las llantas de nuestro amado carro, la cazuela rota, la cubeta rajada, la olla vieja de los frijoles, los envases de refresco, además como lo primero es la seguridad le ponemos al techo y a la barda botellas de vidrio para que los amantes de lo ajeno no entren, pero como nos da flojerita ni siquiera rompemos bien la botella sino que dejamos el envase casi completo para asegurarle un buena cuna a las larvas y para ambientar mejor el lugar no cortamos el pasto ni arreglamos el jardín dejando una gran cantidad de hierba donde se encharca también el agua.

    En este ambiente tan acogedor las larvas de mosquito proliferan mejor. Por si fuera poco los lugares donde existe un flujo migratorio importante favorecen la trasmisión de enfermedades como el dengue ya que las personas pueden venir enfermas y como solamente van de paso no se atienden y pueden contribuir a la diseminación de la enfermedad. Como ven el problema del dengue es complejo y requiere que todos contribuyamos. Por favor hagan patria maten un mosquito por lo menos antes de acostarse para que su horrible zumbido no los despierte. ¡Aguas con el dengue y sus tristes cómplices los mosquitos!