En principio parecería un acto de discriminación hablar de espacios urbanos de exclusivo uso femenino; sin embargo, en pleno siglo XXI encontramos situaciones urbanas totalmente desconcertantes en las ciudades: los espacios no son equitativos para todos los usuarios, incluyendo a las mujeres.
La configuración de los entornos urbanos en los que se desarrolla la vida comunitaria han sido diseñadas para personas sanas, jóvenes y fuertes; con físicos estándares y sin problemas de discapacidades o distinción de género.
Los urbanistas modernos elaboran nuevas propuestas para adaptar el medio natural a sus necesidades, transformando su entorno para hacerlo humano, habitable, amigable y equitativo. Al día de hoy se puede afirmar que la diversidad humana ha aumentado en cuanto a la edad, la cultura y las capacidades y, aunque se han superado muchas enfermedades y lesiones, siempre se habrá diferencias genéricas que habrá que tomar en consideración.
¿Se requieren espacios urbanos femeninos?
Cuando se habla de personas, también debe hablarse de hombres, mujeres, niños y niñas con toda su gama de variaciones: personas con diversidad funcional, capacidades diversas o con movilidad reducida. El espacio público urbano es usado por personas que presentan discapacidades cognitivas, intelectuales, auditivas, visuales, entre otras.
No es que se requieran espacios urbanos de uso exclusivamente femenino pero se se tienen que contemplar que existen situaciones que diferencían capacidades temporalmente, tales como transitar con niños o bebes, empujar un triciclo o ir sobre una patineta o caminar en zapatillas.
No debe olvidarse que las capacidades diferenciadas implican una pérdida o alteración de las mismas en su interacción con el entorno, y este fenómeno puede ser el caso de las mujeres en una mayor o menor intensidad. Ya no se diga en las edades adultas cuando se produce un proceso de deterioro y madurez.
El medio puede ser muy hostil para las mujeres si los espacios abiertos no se han pensado en términos de seguridad, equidad y eficiencia. Susang Sontag en su libro “La enfermedad y sus metáforas” se acerca a la enfermedad estableciendo conexiones con lo que históricamente supuso la tuberculosis y lo que supone el cáncer, como uno de los estados generadores de situaciones discapacitantes más presentes hoy en día, aportando una interesante definición:
“La enfermedad es el lado nocturno de la vida, una ciudadanía más cara. A todos, al nacer, nos otorgan una doble ciudadanía, la del reino de los sanos y la del reino de los enfermos. Aunque preferimos usar el pasaporte bueno, tarde o temprano cada uno de nosotros se ve obligado a identificarse, al menos por un tiempo, como usuario no pleno de aquel otro lugar”
Urbanismo con igualdad de género
Los urbanistas, al diseñar y proponer espacios, deberían considerar la accesibilidad en términos de género en las áreas públicas. Independientemente de las capacidades que cada niño hombre o mujer posea; cuidar que los entornos no generen situaciones discapacitantes al impedir que hombres y mujeres disfruten su ciudad igualitariamente.
Se pueden encontrar soluciones sencillas pera para cumplirlas es preciso un compromiso por parte de los diseñadores urbanos, ya que, si desde la idea de proyecto se contemplaran lo requerimientos del universo de la población femenina y sus comportamientos frente a los entornos, no habría que estar constantemente adaptándolos una vez construidos.
Sin duda que, pensar la ciudad en función de género, cambiaría algunas características de aquellos entornos, productos, bienes y servicios diseñados bajos los principios del diseño equilibrado genéricamente en beneficio de la calidad de vida de todas las personas, de todas las edades y sin distinción de género.
El diseño urbano de accesibilidad genérica supone que el experto, ha considerado productos que satisfacen múltiples necesidades y es usable por hombres y mujeres de cualquier edad y condición. Es el diseño que tiene en cuenta la diversidad humana, la inclusión social y la igualdad. Este acercamiento holístico e innovador constituye un reto creativo y ético no sólo para los urbanistas sino para la clase política cada vez más equilibrada en asuntos de género y condición.
Agregar al urbanismo el aspecto genérico es uno de los grandes retos sociales del siglo XXI; un reto dirigido a la sociedad y a los expertos implicados en la construcción de ciudad, y en particular, un pulso a todo lo que rodea el diseño de los espacios públicos; al diseño del envoltorio urbano que sirve de base a la vida en general.
Entornos equitativos
Existen numerosas definiciones sobre accesibilidad, pero en su gran mayoría hacen referencia a un campo o temática específica o simplemente de la fuente originaria de la que procedan, haciéndose muy complicado su uso generalizado, de hecho si analizamos la terminología empleada en la “Norma Técnica Complementaria para el Proyecto Arquitectónico”, referencia de muchos programas urbanos, define a la accesibilidad como “la combinación de elementos constructivos y operativos que permiten a cualquier persona para entrar, desplazarse, salir, orientarse y comunicarse con el uso seguro, autónomo y cómodo en los espacios construidos, el mobiliario y equipo, el transporte, la información…”
Tal vez sean los europeos quienes hayan avanzado más en términos de accesibilidad en términos de género. En el caso de Europa la legislación está impuesta desde la Comunidad Europea, en dónde se define como “una característica básica en el entorno construido. Es la condición que posibilita el llegar, entrar, sentir y utilizar las casas, tiendas, los teatros, los parques y los lugares de trabajo.
La ausencia de accesibilidad universal en las ciudades, actúa como factor discriminante, implicando marginación y disminución del bienestar o calidad de vida para cualquier individuo de cualquier edad y cualquier condición y género.
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Para saber más:
La mujer en el espacio público en: https://issuu.com/claudiabant/docs/la_mujer_en_el_espacio_p__blico._ur
Urbanismo con perspectiva de género en http://www.ub.edu/lahas/
Eduardo Torres. Discapacidad y accesibilidad en la Ciudad de México, reflexiones desde una perspectiva antropofísica. http://www.laciudadviva.org/blogs/?p=18957