La discusión sobre la inteligencia artificial (IA) es de alta relevancia en todos los entornos, sobre todo en el educativo. La implementación de nuevas tecnologías automatizadas ha generado preocupaciones entre el profesorado sobre su mal uso o la banalización de su profesión. Sin embargo, los expertos afirman que es una herramienta en favor de la humanidad.
Así se afirmó en la conferencia magistral de la Reunión Anual del Sistema Universitario Jesuita, la RASUJ 2024, celebrada en la IBERO Puebla y titulada La educación superior ante la irrupción de la inteligencia artificial. John Moravec, fundador de Education Future, y Carles Abarca, académico del Tecnológico de Monterrey, brindaron un panorama ampliado del uso de estas herramientas inteligentes para la educación.
Moravec comenzó por calmar una de las mayores inquietudes: la inteligencia artificial “no es algo que vaya a impactar mucho a las universidades, por ahora”. Si bien ya estamos en un segundo momento de avances, hallazgos e invenciones de esta herramienta —así lo documenta el Mtro. Abarca—, todavía tiene muchas deficiencias para hablar de un cambio inminente y agresivo.
Como desafíos principales, la sociedad se enfrenta a un acceso inequitativo a todas las herramientas de IA, lo que también se refleja en una centralización; es costoso, no solo económicamente, sino que sus impactos ambientales también son considerables; y, por supuesto, la ética y la regulación de dichos asistentes siguen siendo un tema complejo.
Es ahí donde las y los docentes han puesto sus esfuerzos: “En la educación estamos muy preocupados por que hagan trampa, y en mi opinión, no estamos haciendo la pregunta correcta”, afirmó John Moravec, pues incluso con todas estas deficiencias, la IA está abriendo paso a una nueva generación de paradigmas educativos con los nómadas del conocimiento —como él los define—.
Estos jóvenes hoy se caracterizan por ser innovadores, tener facilidad para trabajar en equipo, contextualizan lo que saben y el cómo aplican sus habilidades. El académico insistió en que, si bien no hay que prohibir o estigmatizar estas herramientas, hay que aprender a usarlas para que sean una ayuda en la cotidianidad.
Para Carles Abarca, “estamos ante una revolución tecnológica”, pero en la que “la tecnología ha aprendido o está a aprendiendo a relacionarse con las personas”. Prueba de ello es que ya no solo se habla de sistemas predictivos o automatizados, sino de multimodalidad: “Ve, escucha, habla y produce videos”.
Ahora es necesario que las instituciones educativas integren la IA principalmente de manera curricular, en la atención personalizada para tener un mejor conocimiento del alumnado y en el uso de esta tecnología como un acompañante en los procesos educativos, no como un sitio para realizar tareas.
Este momento magistral finalizó con un panel de reflexiones en el que participaron Luis Arriaga Valenzuela, SJ, rector de la IBERO Ciudad de México, y Catalina Morfín López, directora general Académica de la ITESO, Universidad Jesuita de Guadalajara. Ambos se replantearon la forma en que la innovación se integra en el marco de la educación jesuita, y cómo esta debe ser implementada para crear futuros mejores.
Inteligencia artificial no es un enemigo, es una herramienta para el futuro
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- Escrito por Redacción