Hablar del futuro, es una reflexión que los jóvenes -hoy en día- deben hacer, sobre todo cuando en su etapa académica han llegado al momento de parar y de elegir el camino correcto que tendrán sus vidas, a partir de la elección exacta de la carrera que cursarán a lo largo de los próximos 5 años.
Los jóvenes deberán entender que este futuro tiene sólo un tiempo y un espacio que les permitirá lograr sus objetivos, gracias a las bondades que ofrece la educación de nivel superior ya sea pùblica o privada, la cual les dará las herramientas para hacer frente a un duro camino que iniciará a partir de la decisión que tomen.
Debemos ser muy claros al señalar que esta carrera educativa, que inicia desde los 6 y hasta los 18 años es de resistencia y de oportunidades, ya que no todos logran terminarla. Un claro ejemplo de ello, es que de cada 10 niños que iniciaron esta travesía, sólo 3 -ya convertidos en jóvenes adolescentes- logran ingresar a una carrera en nuestro país.
Estos indicadores se deben a la falta de una planeación estratégica, que permita al Estado Mexicano diseñar un modelo educativo equitativo que garantice que un mayor número de jóvenes puedan cursar un programa profesional.
Las causas son varias, pero sin duda la principal es la falta de inversión hacia uno de los sistemas de enseñanza que, en casi 5 décadas, no ha tenido ese empuje que requiere para lograr esa proyección que hoy en día exige la globalización.
Por ejemplo, las universidades públicas han tenido que generar mecanismos para lograr que más jóvenes tengan acceso a la educación superior, y a pesar de estos esfuerzos, no todas las instituciones cuentan con esa capacidad de admisión, principalmente por los recursos tan pobres que las autoridades invierten al sector.
En el caso de las universidades privadas, el problema que enfrentan es similar, es decir de recursos, pero desde otra perspectiva, ya que la falta de poder adquisitivo de las familias para poder mandar a sus hijos a estudiar una carrera profesional ha obligado a muchos jóvenes a abandonar sus sueños y futuro, provocando con ello un sentimiento de frustración y desesperanza, al sumarse a las filas de los más de 7 millones de NINIS que hay en el país.
Sin embargo, mientras la cobertura aumenta y las oportunidades crecen, los 3 jóvenes que han llegado a esta etapa para dar el último jalón, tendrán que elegir el camino correcto que les permita elegir la carrera que les abrirá las puertas del éxito en el sector productivo.
Deben considerar que actualmente, según datos de la SEP Federal y del INEGI, hay más de 3 millones 174 mil estudiantes en todo el país, los cuales cursan más de 2 mil carreras profesionales que son distribuidas en por lo menos 2 mil 500 planteles públicos y privados.
De este universo de jóvenes que están inscritos en alguna universidad, la mayoría centra sus esfuerzos en cursar carreras conocidas como tradicionales, programas que concentran el mayor porcentaje de los alumnos.
Estas carreras son: Medicina, Derecho, Contaduría Pública, Administración de Empresas, Odontología, Turismo, Psicología, Comunicación, Arquitectura, entre otras relacionadas como las áreas económico administrativas, de ciencias de la salud y humanidades.
Esto no significa que los jóvenes que cursan estos programas no tengan un futuro, si no lo decimos es que debido a que la competencia es tan grande, las posibilidades de destacar o de tener un empleo bien remunerado se reducen, principalmente porque estos programas profesionales concentran al 70 por ciento de la matrícula nacional.
Mientras que por el otro lado carreras relacionadas con la ciencia y la tecnología siguen siendo de las menos demandadas, sobre todo por el tema de materias como las matemáticas, la química, la física.
Sin embargo, hoy el sector productivo le ha apostado a este binomio CIENCIA-TECNOLOGÍA, que de acuerdo a la demanda del mercado carreras relacionadas con las ingenierías han empezado a repuntar.
Las áreas que son afines con estas carreras tiene que ver con la construcción, el medio ambiente, los negocios, las nuevas tecnologías relacionadas con la internet y las redes sociales, la industria automotriz, la robótica, la misma medicina desde un aspecto humano-tecnológico, etc.
Lo importante de la decisión que deben tomar los jóvenes que van a ingresar a la vida universitaria, tiene que ver con analizar y reflexionar sobre la licenciatura o ingeniería que cursarán y para ello antes que nada deben: INFORMARSE sobre la carrera; tener INTERÉS por algún tema que esté relacionada con esa vocación profesional; VINCULAR las actividades que se realizan en torno a la carrera que se va a elegir; definir el OBJETIVO sobre el estudio respecto a la carrera; establecer PLAN DE ACCIÓN sobre qué se quiere hacer.
Una vez que eligieron la carrera, uno de los aspectos esenciales que como estudiantes deberás asumir a lo largo de su paso por la universidad, tiene que ver con el LIDERAZGO que proyecten y la VISIÓN-OBJETIVO que tengan una vez que terminaron la licenciatura o ingeniería. Estos tips les ayudarán para que en los siguientes 5 años puedan lograr ser un líder que pueda orientar, trabajar en grupo, detectar oportunidades, diseñar y hacer uso de herramientas tecnológicas que en la práctica los lleven a desenvolverse con éxito en el mercado laboral.
“... De acuerdo con las tendencias del mercado laboral, los perfiles que estarán bajo la lupa de los cazadores de talento se encuentran en las industrias de la tecnología, la energía, la mercadotecnia, la arquitectura y las ventas…“ FORBES
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