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- Puebla, Pue. México.

07En la ceremonia del Viernes Santo, único día que la iglesia católica no celebra la eucaristía por la pasión y muerte del hijo de Dios, el Papa Francisco rezó nuevamente ante la imagen del Cristo milagroso para que cese la pandemia en el mundo.
Los devotos citan que la imagen salvó de la peste a los habitantes de Roma en el año 1522.

El Santo Padre pidió por la salud de los enfermos, para que los médicos y enfermeras tengan la fortaleza y puedan hacer frente a la atención sanitaria, que haya consuelo para las familias y salvación espiritual para las víctimas.

Después de la lectura del evangelio un sacerdote capuchino expresó en la homilía que el virus no conoce fronteras, ha derribado las barreras de raza, religión y de poder, por lo que no debemos volver atrás cuando el momento de dolor pase.

"Nos ha recordado que somos mortales, que la potencia militar y la tecnología no bastan para salvarnos, pero el hombre en la prosperidad esto no lo comprende".

Refirió que el Santo Padre nos exhorta a no desaprovechar esta ocasión porque las personas ante la crisis sanitaria han demostrado solidaridad, nunca como ahora percibimos el grito de paz en medio de la enfermedad y del dolor, por lo que no debe quedar en vano tanto dolor, tantos muertos y acciones comprometidas de los agentes sanitarios.

El sacerdote capuchino argumentó "hay que decir basta a la trágica carrera de armamentos y esos recursos ilimitados se deben utilizar para los fines cuya urgencia y necesidad se requieren como son : la salud, higiene, alimentación de las personas, la lucha contra la pobreza y el cuidado de la creación. Dejemos a las nuevas generaciones que tengan un mundo más rico en humanidad".

Mencionó que Cristo dijo "que a los tres días resucitaría", por lo que nosotros también después de estos días de enfermedad y dolor nos levantaremos y saldremos de las tumbas de nuestros hogares, no para volver a la vida anterior sino para tener una vida más fraterna y humana en Cristo.

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