banner a1

logo

banner l

- Puebla, Pue. México.

13El viaje de Camila Sosa Villada no ha sido inútil. Mujer transgénero, actriz, guionista, bloguera y narradora, ha tenido una vida en la que la escritura ha sido su sostén y su ruta. La misma que la trajo a la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL) a dialogar con jóvenes de bachillerato.


“Fue la única manera de vivir que conocía, y que conozco. La única manera de no colgarme de un árbol, de no ponerme un tiro en la boca, de no abrirme las venas un día cualquiera al ver el desamor con el que esta sociedad nos trata”, dijo Sosa a los jóvenes reunidos en el auditorio Juan Rulfo del recinto ferial.

Sosa Villada ha vivido con el peso de la discriminación y la transfobia a cuestas desde que comenzó a travestirse a los 16 años, en su natal La Falda, un poblado de la provincia argentina de Córdoba.

Para la escritora, hacer poesía es una manera de devolverle al mundo algo mejor de lo que la humanidad la ha tratado a ella y a sus “hermanas travestis”.

“Quiero irme de este mundo habiendo escrito la vida entera el color, la fragilidad de la tierra, la frescura de los abrazos, la dulzura húmeda de los besos, el sabor cobrizo del odio entre el paladar y la lengua. Quiero devolver los golpes con mi conocimiento fundado en la nada, tan sólo en la historia de mi cuerpo, en lo que dice mi pensamiento”, expresó.

Desde que inició el blog “La novia de Sandro”, las letras han significado el contacto con el otro sin prejuicio, en libertad y desde la diversidad en las llamadas “Trans/escrituras”. Un tipo de literatura habla “de los crímenes, de los asesinatos, las violaciones, las matanzas que han cometido” contra la comunidad transgénero y travesti, explicó.

“El mundo de las editoriales, el mundo de los lectores, e incluso los escritores, se interesan cada vez más en esta aparición que son las escritoras trans. De repente se incomodan y luego empiezan a entender la compleja mitología que transmitimos en nuestros libros. Hablamos de nuestras madres postizas, las madres trans que nos aconsejaron, cuidaron, dieron cobijo en la humildad de sus casas; nos recibieron en el cuenco de su pobreza y nos quisieron con ese amor feroz que dan los travestis”, declaró.

Añadió que este tipo de libros “llegarán a algún día a las bibliotecas como un documento histórico” que atestigüe el mundo “patriarcal y machista” que se vive en esta época y que espera que un día desaparezcan.

“Ya van a dejar de odiarnos, de apartarnos, y nos leerán como leen a tantas mujeres maravillosas que vienen abriéndonos las puertas desde hace tantos años como Sor Juana Inés de la Cruz, Frida Kahlo, Marguerite Yourcenar, Doris Lessing, Isabel Allende, Idea

Vilariño, Alejandra Pizarnik, Gabriela Mistral y tantas mujeres que acompañan a las mujeres trans que queremos escribir más nada en este mundo”, afirmó.

Los jóvenes preguntaron a Sosa Villada cómo ha logrado defender su escritura, cómo ha mantenido su identidad transgénero y cuáles son los pilares que la sostienen en pie pese a las adversidades.

Entusiasmada y afable, la también poeta recomendó a los jóvenes que defiendan su identidad, a no quedarse callados cuando sienten que no encajan o se sienten agredidos.

“Se tienen que hacer caso, tienen que hacer caso a su incomodidad y tienen que saber que no están solos, que no están más solos que se pueden ir a llorar, a reír, o a hablar con alguien. Después vendrán tiempos mejores”, aseguró.

En la charla en la que los jóvenes escucharon atentos y con respeto, la actriz pidió a los jóvenes que se atrevan a ver con otros ojos a los hombres y mujeres transgénero, y a quitarse los prejuicios ante su forma de vida y expresión.

“No nos maten, no nos discriminen, no nos golpeen, léannos, conózcannos, tómense un segundo de su tiempo para vernos, no somos asesinas, no le quitamos el pan a nadie de la boca, no violamos, no golpeamos a las infancias, no torturamos, no somos fascistas ni narcotraficantes; somos escritoras y queremos amar, al fin y al cabo, de eso se trata la literatura”, aseguró.