banner 1

logo

banner l

- Puebla, Pue. México.

12uvm01Un alto porcentaje de ancianos mexicanos brinda apoyo a sus hogares a través de funciones indispensables para muchas familias, aunque el valor de su contribución no se refleja en el reconocimiento de la sociedad, revela el estudio del Centro de Opinión Pública (COP) de la Universidad del Valle de México.

Con motivo del Día del Adulto Mayor, la encuesta Vejez: ¿Cómo la vemos? ¿Cómo la enfrentamos?, tiene el propósito de comprender mejor lo que los internautas opinan sobre la vejez, qué les significa, qué preocupaciones origina, qué percepción existe sobre el trato hacia los ancianos y cuál es la dinámica y el rol que tienen en la familia.

En los hogares con presencia de ancianos, se aprecia altos porcentajes de su participación en distintas actividades: 91% aconseja a la familia sobre dificultades o problemas; 74% de ellos cuida la casa; 62% realiza tareas que implican esfuerzo físico; 60% cuida a los niños; 55% aporta dinero al hogar y 53% hace tareas fuera del hogar, por ejemplo, ir por los niños a donde se requiera, ir al mercado, etcétera. La participación de los ancianos en diferentes actividades en el hogar demuestra que su apoyo es fundamental para la familia. Son soporte tanto económico, como anímico al brindar consejos a la familia, y también son red de apoyo al cuidar a los niños y hacerse cargo de las actividades que demanda un hogar.

64% de los participantes considera que en México no se respeta a los ancianos, 8 de cada 10 cree que sufren de maltrato y el mismo número piensa que las personas suelen ignorarlos. Esta es la opinión de los participantes acerca de trato que el resto de la población da a los ancianos, mientras que cada uno de ellos se considera paciente, respetuoso y amable con ellos.

Sobre el trato de los ancianos hacia otros, 90% considera que los adultos mayores tratan con respeto a otros ancianos y a los niños, únicamente 74% piensa que los ancianos tratan a los adolescentes de esa manera.

En términos de responsabilidad, para 54%, los ancianos deben ser responsabilidad de los hijos y 28% cree que los ancianos deben responsabilizarse de sí mismos. Para 38% los ancianos deberían vivir con sus hijos y un porcentaje cercano (37%) piensa que pueden vivir solos, pero con ayuda o asistencia, ya sea de un familiar o personal especializado. Vivir en una casa de retiro pareciera no ser una opción viable, sólo 12% dio esta respuesta.

Al hablar de las casas de retiro o asilos, en general, los encuestados no los considerarían una alternativa para sus familiares ancianos y para quienes sí resulta una opción, creen que no podrían pagarlo. La principal ventaja asociada a estos lugares es la atención brindada por profesionales (33%) y la mayor desventaja es el efecto emocional que causa al anciano (42%), seguido del desconocimiento de la familia sobre el trato que recibe el anciano en estos lugares (35%).

En relación a cuestiones económicas, 39% estima que la vejez es costosa y 52% es muy costosa. Entre los gastos asociados a la vejez que se piensa afectan seriamente la economía familiar, se encuentran: pagar los servicios una enfermera particular (72%), pagar una casa de retiro o asilo (63%), los medicamentos para una enfermedad o padecimiento permanente (58%) y los servicios de salud (46%).

Al preguntar a los entrevistados cómo se ven a futuro y cuáles son las preocupaciones sobre su vejez: 92% se ve autosuficiente; 86% se ve con una pensión; 85% se ve sano; 80% se visualiza trabajando. Sobre el tema laboral, es contrastante que 80% se ve trabajando, pero 93% cree que en México los ancianos no tienen oportunidades laborales.

Lo que más preocupa a los participantes sobre la vejez es, en escala de 1 a 10 donde 1 es nada y 10 es mucho, tener problemas de salud (8.1); perder movilidad (8.1); no tener una pensión (7.9) y perder la memoria (7.8). Entre grupos de edad hay diferencias, el grupo más joven (18-25 años) está más preocupado por: la disminución o pérdida auditiva (8.21), la pérdida de vista (8) y los cambios en apariencia física (7.2). El grupo de 46-55 años está más preocupado por perder movilidad (8.3).

Las preocupaciones de los participantes llaman la atención sobre aspectos que deben ser abordados como sociedad, considerando las proyecciones de instituciones como INEGI y CONAPO que indican que el incremento de la población de ancianos podría ser de 22 millones para 2030, lo que implica contar son suficientes y mejores servicios de salud, movilidad en las ciudades, oportunidades laborales y planes de retiro diseñados para este sector.

 

 

banner e1 i