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- Puebla, Pue. México.

10upaep01Niños, adolescentes y jóvenes adultos y adultos mayores, de alguna manera fueron impactados por la contingencia sanitaria del Covid-19 con la aparición de ciertos padecimientos que pueden ser tratados desde la fisioterapia.

De acuerdo a estudios realizados por la Secretaría de Educación Pública, señala que 3 de cada 8 niños presentan algún tipo de alteración no solo músculo esquelética, sino a nivel de toda la esfera del individuo, que va desde lo psicológico como el estrés, ansiedad e insomnio, hasta físico como el sobrepeso, provocado por el sedentarismo, hasta la obesidad y estados críticos como debilidad muscular y estados de deterioro a nivel de articulaciones, entre otros, señaló Evelin Villanueva Díaz, catedrática de la Facultad de Fisioterapia de la UPAEP.

Indicó que estos padecimientos físicos, incluso mezclados con la esfera psicológica, se puede obtener como un efecto característico de un perfil pospandémico en los niños y en algunos jóvenes.

Villanueva Díaz señaló que manejado desde el estrés, la fisioterapia a nivel de salud mental o a nivel ortopédico, puede lograr que el niño genere nuevas conexiones en cuanto a su perfil emocional y que sea congruente con las adaptaciones músculo esqueléticas.

Agregó, si un niño presenta estrés o ansiedad, por lo regular empieza a rechinar o apretar los dientes, lo que repercute en su calidad de sueño y muchos de ellos tienen insomnio y lo más frecuente es que se presente una tensión o rigidez a nivel del cuello que se pasa a la espalda y hombros.

Apuntó que en el otro grupo etario está integrado por los adolescentes y los jóvenes universitarios, y de acuerdo a estudios hechos por la Universidad Anáhuac México, menciona que 5 de cada 12 alumnos universitarios, pueden llegar a presentar alteraciones del sueño y alteraciones de columna, como la lumbalgia, ocasionada por una postura prolongada y situación similar sucede con las personas adultas y adultos mayores, que tuvieron que adaptarse a los espacios de sus hogares para poder trabajar, lo que originó varias disfunciones posturales que se pueden traducir como dolor lumbar, dolor de cuello, rigidez a nivel articular, artrosis de rodillas, entre otros padecimientos, dejando de lado los perfiles psicológicos o emocionales.

Dijo que en este regreso a las clases presenciales, se observar una gran prevalencia de disfunciones posturales, que no solo son músculo esqueléticas, al agregar que en la postura influyen otros sistemas sensoriales como son la vista, la audición y el tacto, y muchos de los alumnos que durante la pandemia estuvieron trabajando en sus casas, comenzaron a usar lentes, y obviamente esto influye en las posturas que deben tomar para ver mejor los monitores de las computadoras, situación que modifica todo de manera global.

Señaló, “con sólo mover un poco la cabeza, se modifica toda la postura músculo esquelética, provocando que se presenten algunas disfunciones como es dolor, contractura, rigidez y desgaste entre otras, que deben ser atendidas a la brevedad posible”.

Por último, manifestó que para evitar este tipo de problemas, es importante que en la casa en la medida de posibilidades, se cuente con aditamentos ergonómicos, como son sillas que puedan adaptarse a la altura de las personas, asientos y respaldos adecuados para estar sentados por muchas horas, escritorios que permitan ver adecuadamente los monitores y modificar poco las posturas músculo esqueléticas, que puedan afectar a la persona de manera global.

También es importante que los niños y jóvenes lleven adelante la reactivación física, y tengan presentes los descansos activos, en donde el músculo con ciertos ejercicios de estiramientos, tengan la flexibilidad necesaria para no generar ninguna alteración músculo esquelética.

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