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- Puebla, Pue. México.

04ibero01“Un bajón para la democracia global”. Así titula The Economist su más reciente informe sobre democracia publicado en días pasados. La revista británica evaluó la calidad democrática de 167 países durante el 2021. México no solo reprobó la prueba, sino que retrocedió un peldaño en la cuarteta de categorías para pasar de tener una “democracia defectuosa” a un “régimen híbrido”.

Como explica el Mtro. Roberto Alonso Muñoz, coordinador del Observatorio de Participación Social y Calidad Democrática de la IBERO Puebla, esto significa que en nuestro país existe un clima de hostilidades políticas y electorales que, aunque no es dictatorial, dista de lo óptimo para un régimen sano.

El equipo de expertos que contribuyen a elaborar el informe evalúa cinco rubros: pluralismo electoral, funcionamiento del poder público, participación ciudadana, cultura democrática y libertades civiles. Las calificaciones se promedian para obtener un cociente sobre diez. Así, México se ubica en la posición 86 del ranking con una calificación de 5.57; el año pasado fue de 6.07.

La publicación indica que el retroceso global en cuestiones de democracia obedece a las restricciones que cada país ha implementado para contener los azotes de la COVID. Sin embargo, Alonso Muñoz destaca que esta variable se suma una realidad más compleja: más de un tercio de la población mundial vive en autoritarismo.

Desde 2006, The Economist evalúa el comportamiento de las democracias liberales, un modelo político que privilegia los derechos civiles y políticos. En el caso mexicano se suman factores que han estado en la coyuntura reciente, como la presión a partidos de oposición, la corrupción, la concentración del poder y los ataques a medios de comunicación.

Este último rubro ha sido capitalizado por Andrés Manuel López Obrador en días recientes para marcar el ritmo de la agenda pública. Sin embargo, al magnificar su riña con el periodista Carlos Loret, el Ejecutivo revalida la calificación de la revista inglesa. Roberto Alonso asegura que se trata de “episodios en los que un presidente, desde el púlpito presidencial, da cuenta de elementos que pueden ser transgresores de la ley”.

 

Realidad global

Si bien existen asuntos criticables sobre el informe —como que no se revela quiénes fueron los académicos que elaboraron el estudio—, el catedrático de la IBERO Puebla aprecia en la misiva una postal fidedigna de la realidad de México y de toda América Latina. “No diría que este gobierno es antidemócrata, pero sí hay una disminución en las libertades y derechos”.

“Vamos a asistir a una consulta inédita [por la revocación de mandato] donde el porcentaje de participación será reducido […]. Aun así, es un ejercicio importante”: Mtro. Roberto Alonso.

Las calificaciones del resto de los países del Cono Sur, afirma Alonso Muñoz, son reflejo del deterioro de la democracia liberal como modelo, mismo que enfrenta un agotamiento conducido por sus propias reglas. Salvo Uruguay (8.85) y Costa Rica (8.07), Latinoamérica no conoce la democracia plena.

Por el contrario, países como Nicaragua (2.69), Cuba (2.59) y Venezuela (2.11) reafirman la prevalencia del autoritarismo que se creía erradicado tras la caída de las dictaduras de finales del siglo XX. El fenómeno responde, en breves y cortas, a una desigualdad estructural que coexiste con la violencia endémica de la región. “Ni siquiera la democracia liberal pudo crecer”, lamenta el politólogo.

Pese a que la democracia no es perfecta y sus poros comienzan a ser notables, permanece como la mejor de las alternativas políticas. El Mtro. Roberto Alonso llamó a la serenidad social y de actores públicos para frenar la erosión del régimen basado en derechos básicos, especialmente cuando se avecina una consulta ciudadana que pretende sumar credibilidad al hoy “régimen híbrido”.