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- Puebla, Pue. México.

05ibero01Estudiantes de la Licenciatura en Relaciones Internacionales de la Universidad Iberoamericana Puebla organizaron el panel La desigualdad en México: retos y acciones, en donde participaron Rodolfo de la Torre García, del Centro de Estudios Espinoza Yglesias (CEEY); Natalí Hernández Arias, del Centro de Análisis, Formación e Iniciativa Social A.C. (CAFIS A.C.); Liza Aceves López, de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) y Máximo Jaramillo Molina de Oxfam México.

La presidenta del Consejo Estudiantil de Representantes de este programa académico, Alexia Martínez Montalban señaló que este evento se organiza en el marco de las elecciones 2018, las más grande en la historia del país en donde se elegirán más de 3 mil 600 puestos de elección popular y en donde está en juego el futuro de más de 40 millones de jóvenes.

Entrando de lleno en el panel, Rodolfo de la Torre del CEEY habló de la desigualdad en materia de políticas públicas y las consecuencias de no ocuparnos de ella, así como de la manera en que las políticas públicas pueden contribuir a ocuparnos en este fenómeno multidimensional.

Al respecto abundó que la desigualdad más importante es la que trata de oportunidades y no así la de resultados, es decir, las circunstancias que están alrededor de las personas moldea su futuro. “Se dice que las personas que trabajan y se esfuerzan pueden aspirar a mejores condiciones de vida, en México eso no aplica puesto que solo el 4% de la población tiene acceso a los recursos”.
 
Asimismo, el especialista abundó que el salario mínimo ha contribuido para estar dentro de un modelo económico que promueve la desigualdad y un crecimiento económico pírrico. Sobre esto subrayó que una sociedad desigual genera una sociedad ineficiente y poco capacitada. “Se necesita de una mayor movilidad educativa, esto es que los hijos superen a los padres”.

Sobre desigualdad de género, la encargada de abordar el tema fue Natalí Hernández de CAFIS A.C., ahí destacó datos del Informe Global de la Brecha de Género en el cual se analiza el empoderamiento y participación de la mujer en espacios públicos y la manera en que los países invierten su gasto público para que esto suceda

“Islandia se posiciona como el país número uno, por noveno año consecutivo, que más invierte en revertir la realidad de las mujeres, seguido por Noruega, Finlandia y Ruanda. Esto no es otra cosa que invertir dinero en que ellas puedan tener mayor acceso a una vida pública y esto se ha logrado con contar con permisos de paternidad, acceso a guarderías y sistemas de retiro justos”.

Hernández Arias afirmó que este informe global afirmó, en el año 2016, que las brechas de género se erradicarían en 170 años. Sin embargo, el informe 2017 reveló que para lograrlo ahora será necesario trabajar en este proyecto por más de 217 años.

En desigualdad de género, México se ubica en el lugar 81 de 124 países a nivel mundial y en el 20 de 24 en Latinoamérica y el Caribe. Esto habla del problema que enfrentamos para que una mujer pueda tener acceso a la educación, y eso tampoco garantiza que haya mayores oportunidades laborales o de participación política, argumentó Hernández Arias.

Respecto a Puebla, Natalí Hernández subrayó que no se puede que las cosas cambien cuando no se han atendido las recomendaciones de la CONAVIM a cabalidad, cuando se gastaron más de 2.6 millones de pesos en un diagnóstico que no sirve, pues ese recurso no está encaminado a reducir la desigualdad, en el estado no existe una base para la prevención de la violencia.

En este sentido, Liza Aceves, investigadora de la BUAP, planteó que las causas estructurales para la brecha de desigualdad entre hombres y mujeres se rigen por tres rubros: violencia, salario y remuneración por trabajo y el trabajo no remunerado, “este es el más complicado por el problema que conlleva diferenciar entre lo público y privado”, calificó

“En México hay 2.5 millones de trabajadores domésticos, cuando este fenómeno no existe en Europa o Estados Unidos, en cambio en nuestro país y Latinoamérica esto resulta algo común. Ser mujer en el continente implica una desigualdad, y esto no les permite crecer, educarse y mucho menos salir a la vida pública”, sentenció Aceves López.

Finalmente, la académica de la BUAP aseguró que en hogares rurales los hombres producen bienes por $16,161, mientras que las mujeres alcanzan los $53,925. En hogares urbanos estos números son de 18,672 pesos en hombres y 48,362 en mujeres, esto es que estos montos son lo que tendrían que ganar hombres y mujeres por el trabajo realizado. “Un ejemplo claro de esto es que en nuestro país las mujeres hacen 82 por ciento de alimentos consumidos y el 86% de lo que se lava, plancha y asea”, afirmó la especialista.

Finalmente, Máximo Jaramillo de Oxfam declaró que en México la desigualdad es un fenómeno creciente, ahí destacó que los pobres del Reino Unido son más ricos que los pobres de países como el nuestro, a diferencia de los ricos mexicanos, que son igual de millonarios que los de Inglaterra, y más que los de la India o Madagascar.

Bajo este escenario, Oxfam México está trabajando en propuestas para erradicar la desigualdad, las cuales están encaminadas a abordar ejes como: una nueva política social, educación cambios a la política laboral, un nuevo régimen de impuestos y el combate a la corrupción.

Sobre el primer rubro, Jaramillo Molina informó que en nuestro país 28 millones de personas reciben apoyo de Próspera, pero pese a ello la pobreza se mantiene igual que hace 20 años, por lo que es necesario incrementar la inversión en educación en estados pobres y contar con un sistema de salud universal.

En materia laboral sentenció que más de 7.5 millones de personas reciben un salario mínimo, pero este está por debajo de la línea de bienestar, lo que representa que pese a contar con un ingreso estas personas son pobres. También manifestó que debe haber una mejor recaudación del predial pues este representa un pequeño porcentaje del PIB, cuando en otros países es una forma eficaz de recaudar fondos.

“Esto mismo pasa con las herencias, es fundamental reajustar el impuesto sobre estas, pues si estamos señalando que el 10% de la población concentra la riqueza, al hacer esta modificación no se afectará al 90% por ciento restante”