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- Puebla, Pue. México.

10El espacio público es clave para el bienestar de la población porque nos hemos dado cuenta con la pandemia de la importancia que tiene en términos de la salud ambiental, física, emocional y hasta en términos de subsistencia económica para los ciudadanos, afirmó la doctora Astrid Petzold, académica investigadora de la Facultad de Arquitectura de la UDLAP.

Al participar en el webinar organizado por la UDLAP “El Nuevo Espacio Público”, habló de las acciones que recomienda el Banco Interamericano de Desarrollo y la ONU en materia del reto de las ciudades después del Covid.

Explicó que ahora los espacios públicos deberán ser equitativos y mejorar su accesibilidad a pie, promover la flexibilidad de las funciones de las personas a través de muchas acciones.

Otro aspecto es reutilizar las áreas destinadas o calzadas para permitir el distanciamiento físico y la movilidad peatonal y motorizada.

Al respecto, los doctores Nicolás López Tamayo, Melisa Schumacher, Eduardo Gutiérrez y Marco Enla, académicos investigadores de la Facultad de Arquitectura de la UDLAP, coincidieron con la especialista que en nuestro país es importante involucrar a los tres niveles de gobierno, organismos de la sociedad civil y ciudadanos para establecer lineamientos para la reapertura de espacios públicos priorizando a los grupos vulnerables como serían los adultos mayores y niños.

En este sentido, argumentaron que es necesario aprovechar la crisis para mejorar la calidad de vida de los espacios públicos y democratizar las ciudades lo cual va ligado a los derechos humanos, homologando la calidad de vida de sus habitantes.

Mencionaron que el distanciamiento físico no implica el distanciamiento social y expresaron que debe haber mayor control de la civilidad por cuestiones de salud

La doctora Astrid Petzold citó como ejemplo que la reapertura de espacios públicos en la ciudad de Nueva York en coordinación con gobierno, alcaldía, organizaciones de la sociedad civil y ciudadanos permite el flujo de personas de manera unidireccional para garantizar el distanciamiento social y minimizar los riesgos.

En estos espacios se ha permitido mejorar la señalización en varios idiomas y adaptar los espacios para personas con capacidades diferentes. Se garantiza el distanciamiento entre visitantes y el parque.

Pero también hay mayores niveles de vigilancia para garantizar la seguridad y una mayor frecuencia en la limpieza priorizando a los grupos vulnerables,
pública y de seguridad, porque el espacio público no es no sólo una visibilización de desigualdades sino una expresión de la cultura de los ciudadanos.