El Real Madrid logró una remontada heroica ante el Manchester City para imponerse 3-1(6-5 global) en la prórroga y clasificarse para la final de la UEFA Champions League, en la que se medirá al Liverpool el próximo 28 de mayo.

La primera parte destacó por la tensión propia de un partido de estas dimensiones y el miedo a fallar de ambos equipos. El Madrid se plantó bien el campo y fue peligroso en las transiciones rápidas con un par de ocasiones excelentes de Benzema y Vinícius. Por su parte, el City no gozó del dominio al que acostumbra. Sólo Bernardo Silva aportaba luz a su construcción de juego y con eso le bastó para obligar a Courtois a un par de intervenciones de mérito tras un remate del luso a bocajarro y un disparo de larga distancia de Phil Foden.

En el segundo tiempo el Madrid se agrandó. Salió enchufado y Vinícius tuvo una ocasión clara a los pocos segundos de la reanudación. El brasileño era el catalizador de todos los ataques blancos y por su costado golpeó una y otra vez al City. Sin embargo, el City supo sufrir en un ataque conducido una vez más por un inspirado Bernardo Silva, el balón acabó llegando en el costado derecho del área a Mahrez y el argelino no falló ante Courtois.

Con la eliminatoria cuesta arriba, Ancelotti metió a Rodrygo, Asensio y Camavinga buscando una reacción heroica. Y el brasileño se puso la capa. Dos chispazos, el segundo de ellos con un remate de cabeza inapelable en el descuento, y la eliminatoria volvía a estar igualada entre los rostros de incredulidad de los jugadores visitantes y la locura en la grada.

Y la prórroga arrancó con el mismo ritmo. El Madrid, enfervorecido, se volcó sobre el área visitante y forzó un penalti por medio de Benzema. El francés no falló y puso al Madrid por delante por primera vez en la eliminatoria. Ahora el City estaba contra las cuerdas y Guardiola metió en el partido Sterling para buscar el gol. Pero el Madrid supo aguantar la presión apoyado en todo momento por su público y conquistó una nueva final.