Los Tigres Blancos de la Universidad Madero pasan por uno de sus mejores momentos en la División 1 de la Liga de la Asociación de Basquetbol Estudiantil puesto que una vez culminada la primera vuelta del certamen que reúne a las quintetas más competitivas del país, los dirigidos por el coach Juan Manuel Solano están a un par de resultados de situarse entre los primeros ocho sembrados de la clasificación.

El boleto a los Ocho Grandes está más cerca que nunca, sin embargo, lo que se presenta en el equipo felino no es presión, sino motivación por acceder a las finales y con ello buscar un lugar histórico en la máxima categoría del deporte ráfaga universitario.

Los Tigres Blancos UMAD saben que, si la primera vuelta fue buena en términos generales, la segunda, a iniciar una vez culminado el receso invernal, debe ser mejor en todos los sentidos pues de eso dependerá el acceso a la contienda por el título.

Los conceptos a trabajar de cara a la etapa madura del torneo son la concentración y manejo de partidos, pues son dos claves para cerrar juegos sin el riesgo de lamentar una voltereta en el score.

Al respecto de los trabajos de preparación para el certamen que reiniciará en 2019, esto manifestó Óscar Romero, uno de los líderes encestadores del representativo de la Universidad Madero.

“La primera vuelta me dejó muy satisfecho ya que trabajamos de buena forma y lo que trabajamos en el gimnasio y en la cancha durante los entrenamientos nos dio buenos resultados. Afinamos detalles, dejamos la parte baja de la clasificación y ahora estamos peleando arriba”.

El jugador de los Tigres Blancos agregó que el estar cerca de los Ocho Grandes no los presiona, al contrario, los motiva porque sería la primera ocasión que el equipo logra el pase.

“Vamos a trabajar para jugar las finales y para eso debemos acostumbrarnos a ganar tanto en casa como fuera de ella porque queremos ser un equipo completo y que pueda hacerle frente a cualquier situación”, comentó Óscar Romero.