banner a1

logo

banner l

- Puebla, Pue. México.

La epilepsia, enfermedad mental

10redes01El Congreso anual de la Sociedad Americana de Epilepsia reveló que existe una fuerte asociación entre enfermedad mental y la epilepsia.

     Hace una semana se llevó a cabo el congreso anual de la Sociedad Americana de Epilepsia y una de las principales conferencia fue dictada por un Psiquiatra Mexicano el Dr. Kanner, que ha desarrollado su carrera como Psiquiatra en Chicago y Miami. Sus resultados mostraron una fuerte asociación entre la presencia de enfermedad mental como ansiedad, depresión o estado bipolar, esta última se caracteriza porque el paciente oscila entre período de depresión y de una actividad agitada denominada manía.

     El Dr. Kanner mostró claramente que estas enfermedades anteceden hasta en un tercio de los pacientes a la expresión de la epilepsia y por otra parte que los pacientes con epilepsia padecen con mayor frecuencia depresión y tendencia hacia el suicidio, lo que complica su tratamiento porque a veces se contrarrestan los efectos de los fármacos que se emplean en ambas enfermedades.

     De hecho muchos pacientes afectados de epilepsia mueren por suicidio debido a los trastornos mentales que le aquejan, pero también por efecto de los fármacos, y adicionalmente al hecho de que son estigmatizados, aislados y todavía padecen de una enfermedad poco comprendida por la sociedad en general lo que aumenta su depresión y tendencias al suicidio.

     Es por esto que sorprende que aún persistan en la población en general algunas ideas inadecuadas de la epilepsia, como lo fueron desde sus orígenes en que este padecimiento era considerada como una enfermedad sagrada, una posesión demoníaca e incluso asociada a locura o demencia; cosa que no es el caso.

     Un aspecto relevante es que en el 70% de los pacientes,, existen tratamientos adecuados para el control de las crisis. Se tiene un buen arsenal de medicamentos antiepilépticos de los denominados clásicos (con más de 50 años de uso) y los de nueva generación; otro tratamiento es la cirugía, cuando así lo requiera como en el caso de las malformaciones de la corteza cerebral o en pacientes con epilepsia que no responden al tratamiento con medicamentos.

     Existe además la estimulación del nervio vago, un nervio que sale desde nuestra cabeza y llega a varios órganos del abdomen y los provee de inervación. Se ha observado que la estimulación eléctrica crónica a este nervio, mediante dispositivos similares a un marcapaso cardíaco, ayudan a controlar las crisis epilépticas; por lo que se ha generalizado su uso como una tercera maniobra para el tratamiento de la epilepsia.

     No cabe duda que la epilepsia es una condición que afecta al paciente, a sus familiares y a la comunidad que les rodea. Debemos de entender que estos pacientes necesitan de nuestra comprensión y apoyo, y que tanto los médicos que lo tratan, como la comunidad que le rodea debe estar atenta a la presencia de otras enfermedades mentales para ser tratadas a tiempo. Dado que el 1% de la población mundial padece epilepsia, en México entonces existen un millón trescientos mil pacientes afectados de este mal.

     Y a la luz de los nuevos conocimientos debemos hacer todos los esfuerzos para que reciban un tratamiento adecuado y un seguimiento regular que permita detectar a tiempo cualquier otra alteraciones mentales y tratarlas de manera adecuada. Es también necesario hacer campañas de concientización que lleven a la población en general a entender la enfermedad y dar el soporte que se requiera al paciente y sus familiares.

     El sistema de salud debe encargarse de este padecimiento,  tratar a todos los pacientes y vigilar que no desarrollen otras enfermedades mentales que deterioren aún más su calidad de vida.

Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.