En los días tan lluviosos solemos quejamos del clima, sobre todo cuando planeamos algunas actividades al aire libre, sin embargo cuando recordamos que la lluvia es muy necesaria, generalmente viene a nuestra mente aquellas clases de la primaria en la que nos enseñaron el ciclo del agua, luego cuando el maestro o la maestra de biología o ciencias naturales, nos repitieron el rollo del ciclo del agua. Ahora no vamos a hablar exactamente del ciclo del agua, pero sí quiero compartirles algo, que aun a los microbiólogos nos sorprende.
Alguna vez escuché que los microorganismos podrían influir en el clima de nuestro planeta y lo primero que pensé fue ¿de cuál filmaron? sin embargo es cierto, seres tan pequeños contribuyen de manera importante para contrarrestar el efecto invernadero. Sucede que en la tierra tenemos zonas que son obscuras y absorben de manera importante la radiación solar, es el caso de los mares y los bosques y zonas claras que reflejan la radiación solar como el hielo de los glaciares y montañas, la nieve y las nubes.
El clima de nuestro planeta depende en buena medida de cuánta radiación solar se absorbe y cuánta radiación solar se refleja. Por otro lado sabemos que los mares están densamente poblados (afortunadamente) por una serie de microorganismos entre ellos las algas marinas, quienes además de producir una buena parte del oxígeno que consumimos, generan un compuesto químico llamado sulfuro de dimetilo o (DMS), se calcula que las algas producen alrededor de 10 millones de toneladas.
El DMS es el responsable en parte del olor característico a mar que tanto disfrutamos cuando vamos a la playa. El DMS en presencia de la luz solar se oxida para formar aerosoles de ácido sulfúrico los cuales se mezclan con partículas en el aire y forman los núcleos alrededor de los cuales se condensa el vapor de agua para formar posteriormente las nubes.
Cuando hace mucho calor el sol calienta los mares y las algas se reproducen más produciendo a su vez una mayor cantidad de DMS, produciéndose también una mayor cantidad de nubes, las cuales reflejan la radiación solar haciendo que la temperatura de la tierra disminuya, manteniéndola “fresca”Al disminuir la temperatura en los mares por el nublado, se reproducen menos las algas marinas, producen menos DMS y por lo tanto menos nubes y el ciclo se repite. Si la concentración de DMS disminuyera considerablemente se calcula que la temperatura de los mares aumentaría de 3-4o C, lo cual sería catastrófico.
Seguramente te habrás percatado que esos seres tan pequeñitos tratan de componer lo que nosotros, los seres más listos del planeta descomponemos tan fácilmente al usar tantos combustibles, bueno afortunadamente ellos trabajar siempre por nosotros.
En fin, espero que cuando vayas en tus pròximas vacaciones al mar recuerdes del papel de las algas al disfrutar el exquisito olor a mar y también recuerdes ese dicho que seguramente lo escuchaste de tus padres o abuelos “cielo razo, seguro aguacerazo”.