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- Puebla, Pue. México.

Con tanta promesa de campaña en el actual proceso de sucesión presidencial se ha logrado uno de los propósitos más anhelados de la clase política tradicional: confundir al electorado para evitar que distinga lo deseable de lo posible en las promesas electorales.

Aparentemente, no hay malas propuestas. Todas conllevan beneficios a la mayoría de la población; sin embargo, analizadas en detalle, se pueden notar discrepancias importantes ya que no siempre será posible alcanzar metas ambiciosas. Tal es el caso de las relativas a las obras urbanas que representan un gran porcentaje de lo prometido por los políticos.
En el universo de lo prometido se pueden reconocer acciones propuestas en tres ámbitos de la vida comunitaria pública que tienen que ver directamente con el espacio urbano.

01cebra011.    En primer lugar, el impulso económico a los sectores productivos: agrícola, ganadero y pesquero. Es obvio el atraso que México tiene en estas áreas productivas ya que la importación de productos alimentarios está muy lejos de una autosuficiencia y nada se hace para revertir las tendencias. La relación que existe entre ciudades y alimentos se relaciona directamente con la calidad de vida de la población.

2.    Descentralización de la Administración Pública Federal. Pocos políticos están convencidos de que dispersar las secretarías federales representaría un beneficio a la población ya que dinamizaría economías en el interior de la república. Ellos piensan que alejar físicamente a los secretarios del centro de poder federal, hará perder control de dichas entidades.

3.    Atención a la crisis energética. Resulta paradójico que un país petrolero y con abundantes recursos energéticos pague muy altos costos por moverse. La otra cara de la moneda es el alto índice delincuencial en el sector petrolero y falta de seguridad en el suministro de combustibles. Los cárteles gobiernan territorios estratégicos con el contubernio de la autoridad estatal y municipal.

01cebra02Estos tres aspectos bastan para concluir que es necesario realizar cambios profundos en la forma de gobernar la nación para que los objetivos sean logrados y el proceso de transformación pueda percibirse como propuestas con posibilidades de realización.
Cada uno de los aspecto planteados no podrán ser realidad si no se diseñan políticas públicas contra la corrupción y la impunidad; de ello dependen: seguridad ciudadana, calidad de vida, educación y salud.

El urbanismo sigue siendo campo de propuestas para el mejoramiento de la calidad de vida de la población y sería verdaderamente interesante que los políticos se asesoraran de expertos en la materia. Los proyectos gubernamentales deben ser sustentables toda vez que dicha visión contempla integralmente lo social, lo político y lo económico.

01cebra03Los modelos económicos que disputan la elección son solamente dos: el neoliberal que ha saqueado la riqueza del país y el alternativo que  busca redirigir su rumbo. Cada candidato juega con ambas tendencias y es lo que hace confuso la arena electoral. El actual “sistema de partidos políticos” está en estado de crisis desde hace varias décadas por lo que muchos votantes se rehúsan a participar en sus procesos. Sin embargo, la participación en el evento, esté como esté, sea tal vez, la única posibilidad de iniciar un cambio.

Ningún presidente cambiará al país de la noche a la mañana pero las “visiones alternativas de nación“ sí podrán promover la potencialidad cívica de los ciudadanos al delegarles decisiones importantes. En esa acción es que se reúne urbanismo y política; refiriéndonos al urbanismo alternativo; aquel en el que hay real participación comunitaria y libertad de opinión.

01cebra05El urbanismo convencional ha sido instrumento para generar espacios segregados y acentuar las desigualdades de la población. El alternativo tendrá la responsabilidad de reencauzar las propuestas de los expertos haciendo partícipes a la población que vive, habita o es propietaria de espacios urbanos y, en caso de tratarse de espacios públicos, el objetivo será el involucramiento de las autoridades para impulsar los cambios que formalmente se requieren.

El poder del votante es más de lo que el ciudadano imagina: representa una posibilidad de cambio contra aquella que apunta a más de lo mismo.

Para saber más:
1.    Quiroz Rothe, Héctor. Urbanismo reciente y nuevas identidades en México; en: file:///C:/Users/V%C3%ADctor/Downloads/Dialnet-UrbanismoRecienteYNuevasIdentidadesEnMexico-2188040.pdf
2.    Gutiérrez Chaparro, Juan José. Planeación urbana en México: un análisis del proceso de su evolución; en: http://www.redalyc.org/pdf/198/19811644008.pdf
3.    IMCO. Mexico: transformando la política urbana y el financiamiento de la vivienda vía OCDE; en: https://imco.org.mx/desarrollo_urbano/mexico-transformando-la-politica-urbana-y-el-financiamiento-de-la-vivienda-via-ocde/